Centro Cultural de Teguedite 1987-1991




LA FUERZA DE LA LUZ

El proyecto para el Centro Cultural de Teguedite trata de responder a las necesidades de un pequeño barrio rural situado en una de las comarcas más deprimidas de la isla de Tenerife. Con un presupuesto muy bajo, el Cabildo Insular de Tenerife pretendía ofrecer a los habitantes de la zona, un lugar para el encuentro y el desarrollo de actividades colectivas próximo a la ermita tradicional.

El emplazamiento se caracteriza por un entorno de huertas destinadas al cultivo de temporada, tanto de hortalizas y papas como de pequeños viñedos. El sistema empleado en la zona se caracteriza por la técnica del enarenado que consiste en la cubrición del terreno con jable o árido triturado de piedra puzolánica que garantiza la recuperación de la escasa lluvia y el mantenimiento de un alto nivel de humedad, gracias a sus magníficas condiciones higroscópicas.

El material básico con el que se ha construido este territorio ha consistido tradicionalmente en esa piedra puzolánica amarilla que dota a todo el paisaje de su característica unidad cromática. Tanto los bancales de cultivo como los pequeñas casas se han construido en cantería de este material hasta fechas muy recientes, pudiéndose detectar bajo los revestimientos. En la zona, el conjunto de las rocas y la tierra forman una unidad cromática que uniformiza visualmente el paisaje de base.

En este sentido, la implantación del nuevo edificio se ha hecho recurriendo a este sistema constructivo característico del lugar, para lo cual se ha realizado una ampliación y remate de las terrazas de cultivo colindantes, utilizando la misma piedra puzolánica y siguiendo el aparejo tradicional de cantería concertada en una solución de continuidad con lo preexistente. Ello ha permitido la creación de una plataforma sobre la cual se asienta, tanto una pequeña plaza de acceso, como el Centro Cultural en si mismo.



Las pequeñas viviendas rurales en el entorno próximo se caracterizan por una autoconstrucción anónima de un gran sencillez: pequeños cubos y prismas revestidos a la cal que brillan bajo la potente luz del sol. En relación a este tipo de arquitecturas, el nuevo edificio se ha concebido inicialmente también como un simple volumen de base cuadrada, que se remata con la tradicional textura blanca, intentando buscar un dialogo con lo preexistente.

El sencillo volumen del edificio se enriquece espacialmente, estableciendo una serie de perforaciones que coinciden con la escalera y el aseo en planta alta, con lo cual se señala el eje principal de la construcción y se da una cierta variedad formal. El fuerte soleamiento del lugar indujo a su vez, la colocación de una visera de remate en la planta alta que funciona muy bien frente al calor inducido por la acción directa del sol.

Las fachadas se recubren mediante hiladas de mampostería concertada de piedra puzolánica hasta la altura de los antepechos de las ventanas en planta alta. Constructivamente se ha realizado mediante el corte del material en piezas prismáticas regulares y su colocación a la manera de sillería con franjas horizontales de bloque de hormigón pintado de blanco. Esta solución da al edificio una apariencia de mayor entidad formal enfatizando con ello su carácter institucional.
El resto de los elementos exteriores se enfosca y se pinta siguiendo los usos y maneras tradicionales.



Este tipo de soluciones formales y constructivas desarrolladas ha permitido utilizar unos recursos presentes en el lugar para ofrecer una versión un poco más culta de la arquitectura popular mediante su reelaboración, contribuyendo a su diferenciación y a reforzar, por tanto, el carácter público del edificio.

Su programa se organiza en dos plantas y es sumamente sencillo, un salón principal para actividades colectivas que ocupa 80 m2 con un espacio para bar, dos despachos, biblioteca y aseo. Las necesidades se limitaban a garantizar un pequeño lugar de encuentro donde realizar las mínimas actividades culturales, reuniones y celebraciones de los vecinos de este pequeño caserío.

Se ha intentado con ello realizar una arquitectura muy ligada a la cultura de esta comarca de la isla de Tenerife, que fuera sensible al contexto y que apueste por la conservación de la diversidad cultural frente a los uniformismos que hoy en día se propugnan.







Tipo de trabajo: Equipamiento dotacional

Situación: Arico. Isla de Tenerife

Fechas: Proyecto: Diciembre de 1987
Terminación: Abril de 1991

Promotor: Cabildo Insular de Tenerife
Constructor: Luís Olano de Lorenzo Cáceres

Presupuesto: 10.339.024 ptas.
Sup. Construida: 169,35 m2

Arquitecto: Federico García Barba

Colaboradores: Alejandro Cordero Díaz, Arquitecto Técnico
Antonio Hernández Santos, Arquitecto Técnico

Fotografías: Jorge Nerea

Bibliografía: Revista BASA nº 15. Julio 1993

Premios: Selección Premio Oraá de Arquitectura Canaria
1991-92