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Hospital de Nuestra Señora de los Dolores 1999-2005




El edificio para Centro Sociosanitario Nuestra Señora de Los Dolores tiene una superficie construida total de 7.500m2, una capacidad para 99 residentes y 20 usuarios de Centro de Día y entre otras dotaciones dispone de consultas, área de rehabilitación con hidroterapia, áreas comunes de estancia de diverso carácter, zonas ajardinadas dentro del propio edificio, terrazas en todos los niveles, aparcamientos y tanatorio con acceso independiente.

El edificio se ha proyectado atendiendo a dos condicionantes principales: por un lado las particularidades del usuario y por otro la naturaleza de la parcela y la climatología.

El perfil del usuario es el de una persona que, aparte de requerir atención sanitaria, necesita ayuda, en mayor o menor grado, para realizar las actividades cotidianas más fundamentales. Se ha intentado que el centro sea lo suficientemente flexible y disponga de las suficientes ayudas físicas para ofrecer a cada usuario un entorno que facilite su autonomía, pues entendemos además que la autonomía favorece la autoestima, y ésta retrasa el proceso de deterioro.



Respecto a la parcela, es irregular, con fuerte pendiente hacia la autovía y azotada por los vientos del norte y noroeste; pero sin embargo dispone de una buena orientación a sur con magníficas vistas.

El edificio se adapta a la parcela, situándose en el triángulo donde ésta presenta menor desnivel y que resulta más protegido del viento. Dada la gran dimensión de la parcela se propone que toda la superficie libre reciba el tratamiento de un parque y que el edificio se entienda insertado dentro del parque, para mayor calidad de vida de los pacientes.



Se ha huido de una geometría ortogonal y se ha optado por una solución más orgánica, de manera que el edificio no se imponga sobre el usuario sino que ofrezca una escala más amable, que se integre bien con la vegetación del parque. La organización formal del edificio viene condicionada por el viento: los bloques se colocan todos paralelos al viento dominante, para evitar corrientes de aire y ruidos. En planta baja, donde se prevé un intenso uso de los espacios exteriores, el edificio se organiza en patios, unos cerrados y con vegetación exuberante y otros abiertos en U al sur y a las vistas, de modo que se ofrecen espacios protegidos del viento y con distinta luz y temperatura.



Dado que se prevén largas estancias, y dada la reducida movilidad de los usuarios, se concibe el edificio no solo como la casa del usuario sino también como su barrio. El edificio se entiende como suma de edificios, interconectados entre sí por calles acristaladas que dan acceso a espacios exteriores. En los bloques propiamente dichos se sitúan las habitaciones de los residentes, respondiendo al programa de 2 unidades de bajo requerimiento, situadas en los extremos y una tercera unidad de alto requerimiento con una posición central y que se desarrolla en su mayor parte en planta alta para permitir un mayor control y mayor comodidad a los pacientes con más problema de autonomía. En planta baja y en posición central se sitúan todos los servicios comunes, comedor, rehabilitación, consultas, terapia ocupacional, sala de TV y Centro de Día. Todos los espacios comunes llevan asociados espacios exteriores: desde las zonas comunes de planta baja se accede a los patios y al parque y desde las zonas de estar de planta alta se accede a las terrazas orientadas al sur y protegidas mediante una marquesina curva que actúa como deflector del viento y que proporciona sombra.



El edificio se desarrolla en dos plantas en todos los bloques excepto en los bloques más próximos a la autovía, donde se añade una planta en semisótano para adaptar el edificio a la topografía en la que se ubican los servicios. Los espacios comunes de conexión entre bloques disponen de una única planta, de manera que su cubierta se aprovecha como terraza y como superficie de evacuación en caso de emergencia.



Las habitaciones se organizan en una banda con pasillos con vistas a los jardines. Las habitaciones son dobles convertibles todas en 2 individuales mediante tabiques móviles. Cada dos usuarios comparten un baño completo amplio y totalmente adaptado a minusvalías y un vestíbulo previo. Para el dimensionamiento del centro se han utilizado los estándares suecos, que son los más avanzados a nivel mundial. Tanto las habitaciones como los pasillos disponen en la fachada de lamas de protección solar, que a su vez ofrecen desde la autovía una imagen dinámica del edificio. Se ha cuidado el tema de las ayudas, como barandillas, códigos de color, referencias visuales de orientación, calidez de superficies, pavimentos antideslizantes tanto interiores como exteriores, etc. en un intento por facilitar al máximo la autonomía de los residentes.





Tipo de trabajo: Equipamiento Hospitalario

Situación: La Laguna, Tenerife

Fechas:
Proyecto: 1999
Terminación: Febrero de 2005

Promotor: Excmo. Cabildo Insular de Tenerife
Instituto de Atención Social y Socio Sanitaria

Constructor: Mazotti Construcciones S.A.

Arquitectos: GBGV Arquitectos
Federico García Barba y
Cristina González Vázquez de Parga

Colaboradores: Jorge Mosquera Paniagua, Arquitecto
Javier Ramos Díaz, Arquitecto
María José Díaz Fernández, Arq. Técnico
Félix Hernández Hernández, Arq. Técnico
Martín Díaz Rodríguez, Ingeniero Industrial
Tomás Sánchez Peraza, Ingeniero Industrial

Fotografías:
José Ramón Oller
Federico García

Bibliografía:
Catalogo del Premio Regional de Arquitectura de Canarias
XII Edición. 2006

Premios: Premio en el Fomento de la Accesibilidad de Canarias, 2005
Mención Oraá de Arquitectura Canaria 2004-2005

Casa Museo de la Sierva de Dios 1999-2003




Se trataba de acondicionar la casa natal de Sor María de Jesús, conocida como la Sierva de Dios, personaje del siglo XVII profundamente venerado por los tinerfeños y cuyo cuerpo incorrupto se encuentra depositado en el Convento de Santa Catalina de Siena de la ciudad de La Laguna.

La construcción original respondía a los parámetros típicos de una pequeña vivienda tradicional rodeada de espacios destinados a huertos y corrales con destino al consumo doméstico.



El entorno urbano de la parcela en la que se sitúa el edificio se caracteriza por la presencia de una abundante vegetación hacia el suroeste así como una importante concentración de palmeras. Hacia el Oeste existe un desafortunado edificio de dos plantas adosado a la propiedad que ofrecía una gran medianera vista en la dirección hacia la cual se contemplaba probablemente el mar en el pasado.

El encargo presuponía la habilitación de espacios expositivos que permitieran la introducción a la vida y obra de Sor María de Jesús a los visitantes de la casa natal y, a su vez, la restauración del edificio original para albergar mobiliario y enseres que reflejaran el característico modo de la vida rural de Tenerife en el pasado.



El proyecto responde a estos dos requerimientos dividiendo la intervención en dos actuaciones. La primera trata de resolver las necesidades informativas mediante la construcción de un pabellón que contendrá toda la documentación sobre la vida y obra de Sor María de Jesús. La segunda se plantea como la reconstrucción estricta de los espacios que originalmente constituían el entorno habitable de la Sierva de Dios.

El pabellón se resuelve en dos plantas expositivas diáfanas que permiten también la realización de actividades de reunión y conferencias, dando al edificio una gran versatilidad de uso. Su volumen se define como un prisma rectangular definido por dos muros de piedra que se adosa a la medianera existente, atenuando así su contundente presencia, y cuya cubierta se curva a lo largo del eje longitudinal del muro exterior para cualificar el espacio interior.



La escalera de conexión de las dos plantas se configura a la manera de mueble empotrado a uno de los muros. Los espacios de apoyo mínimos tales como aseo y cuarto de control y limpieza se colocan bajo la misma minimizando su presencia de tal manera que se garantiza la máxima diafanidad y transparencia. De esta manera se permiten múltiples vistas hacia la antigua casa y escorzos sobre los jardines, adquiriendo la plataforma de la segunda planta un carácter protagonista como mirador que integra visualmente los espacios interiores y exteriores del conjunto.



La actuación sobre la casa existente se limita a eliminarla tabiquería y a conectar los espacios resultantes entre si para permitir un recorrido de visita. La restauración se ha realizado empleando los elementos constructivos habituales en la construcción campesina tradicional, manteniendo la estructura de madera y muros de tapial recubiertos a la cal mientras que la cubierta se remata con cañizo y teja árabe. Los elementos de carpintería se remozan según los modelos existentes, añadiéndose algunas piezas en los huecos interiores que a modo de mobiliario organizan los recorridos. El pavimento interior se ejecuta en baldosa de piedra basáltica que se separa al llegar a los muros perimetrales adquiriendo la condición de alfombra superpuesta a lo existente.









Tipo de trabajo: Rehabilitación y ampliación de edificio

Situación:
El Sauzal, Tenerife

Fechas: Proyecto: 1999
Terminación: Diciembre de 2003

Promotor: Excmo. Cabildo Insular de Tenerife
Área de Cultura y Patrimonio

Constructor: Construcciones y Restauraciones
Miguel Hernández Ventura S.L.

Arquitectos: GBGV Arquitectos
Federico García Barba y
Cristina González Vázquez de Parga

Colaboradores: Marc Brommer, Arquitecto
María José Díaz Fernández, Arq. Técnico
Félix Hernández Hernández, Arq. Técnico
Cristo Caballero Santana, Est. de Arq. Técnica
Andrés Bermudo, Est. de Ing. Agrícola

Fotografías:
José Ramón Oller
Federico García

Bibliografía: Catalogo del Premio Regional de Arquitectura de Canarias
XI Edición. 2004

Premios: Mención Oraá de Arquitectura Canaria 2002-2003

Sede del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana 1998-2001




Sobre la llanura de Maspalomas y con el fondo de la ladera de Sonnenland, aparecerá un nuevo elemento construido que se impondrá como hito urbano significativo: el nuevo edificio del Ayuntamiento. La pieza se sitúa dentro de un gran palmeral que amplía al existente en el borde de la autovía, posicionándose en relación a los equipamientos urbanos anteriores existentes en la zona.

El volumen del edificio sobrepasa la vegetación y la masa urbana definida, colocándose sobre un podio o plataforma elevada que alberga a los aparcamientos necesarios. Las conexiones con los servicios circundantes y futuros se ha previsto mediante un conjunto de sendas peatonales que atraviesan la superficie horizontal de la plaza bajo la sombra de las palmeras.



El edificio se compone de dos sistemas, uno interior formado por prismas de vidrio y piedra engarzados alrededor de un gran atrio y otro, exterior, conformado por un entramado de hormigón que proporciona el control climático necesario y define la escala monumental del edificio.

El programa requerido se ha albergado en los prismas interiores, los espacios administrativos se disponen en los tres volúmenes de vidrio de planta libre y las funciones representativas se ubican en un prisma pétreo, cuya disposición singular flotante sobre la plaza enfatiza la entrada principal al edificio y abre el patio al exterior mediante la continuidad espacial de la planta baja. Los volúmenes de vidrio de las oficinas se recubren exteriormente con un entramado estructural de lamas que tienen el objetivo de garantizar un confort climático del conjunto, conformando a la vez, un gran espacio central, a la manera de patio cubierto.



Esta estructura de lamas crea un variado juego de transparencias, tamizando luces y sombras y se propone en hormigón de árido de Tindaya lo que le dotará de una coloración característica. El nuevo edificio que se propone para el Ayuntamiento manifiesta la voluntad de constituirse en pieza de referencia para el municipio de San Bartolomé de Tirajana y el conjunto del Sur de Gran Canaria.













Tipo de trabajo: Concurso de Anteproyectos
Edificio de Oficinas

Situación: Maspalomas, Gran Canaria

Fechas: Concurso 1998
Proyecto: 2001

Promotor: Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana

Arquitectos: GBGV Arquitectos
Federico García Barba y
Cristina González Vázquez de Parga

Colaboradores: Marc Brommer, Arquitecto
Nicolás Cologán Soriano, Arquitecto
Francisco León Arencibia, Arquitecto
María José Díaz Fernández, Arquitecto Técnico
Francisco Díaz Alemán, Arquitecto Técnico
Martín Díaz Rodríguez, Ingeniero Industrial

Fotografías: Jorge Nerea

Bibliografía: Arquitectura Viva nº 62. Octubre de 1996
Arquitectos nº 1996

Premios 1er Premio del Concurso Nacional de Anteproyectos

Teidagua Sede de la Empresa Aguas de La Laguna. 2ª Fase 1992-1993




















Tipo de trabajo: Restauración de edificio
Situación: Calle San Agustín, 8
La Laguna

Fechas: Proyecto: Junio de 1992
Terminación: Marzo de 1993
Promotor: Ayuntamiento de La Laguna
Teidagua, S.A.

Constructor: Construcciones y Restauraciones
Miguel Hernández Ventura S.L.
Presupuesto: 44.945.314 ptas.
Sup. Construida: 528,86 m2

Arquitectos: Federico García Barba
Mª Nieves Febles Benítez

Colaborador: Francisco González Herrera, Arq. Técnico
Antonio Hernández Santos, Arq. Técnico
Jaime González de Chaves. Ing. Industrial

Fotografías: Jorge Nerea

Premios: Selección Oraá de Arquitectura Canaria 96-97

43 Viviendas de Promoción Publica en Ofra 1990-1993




El planteamiento de este conjunto de viviendas opta por el contraste radical con el duro entorno del barrio de Ofra.

Su composición se basa en el posicionamiento de dos bloques enfrentados, cuyas geometrías son diversas, prismas rectangular y semicilindro, que se adaptan a la difícil forma triangular de la parcela caracterizada por una fortísima rasante en uno de sus lados al que se acopla la fachada del prisma.



El otro volumen se coloca paralelo al lindero interior funcionando como una especie de rótula que articula la alineación del bloque colindante y el otro volumen de este grupo. La ordenación de las viviendas se plantea según un esquema convencional de dos unidades por escalera en los dos volúmenes, formando en cada planta cuatro viviendas pareadas en el volumen rectangular y dos que se adaptan al arco de circunferencia en el semicilíndrico.



La única concesión del proyecto a la expresividad formal se limita a la definición de las fachadas como grandes láminas protectoras que utilizan materiales durables para aguantar un mantenimiento nulo, tales como hormigones vistos, asfalto, enfoscados a la tirolesa, etc. Esta solución ha dotado al conjunto de una cierta voluntad escultórica.









Tipo de trabajo: Edificio de Viviendas Plurifamiliares

Situación: Santa Cruz de Tenerife

Fechas: Proyecto: 1990
Terminación: 1993

Promotor: Viviendas Municipales de Santa Cruz de Tenerife

Constructor: Fomento de Construcciones Y Contratas S.A.

Arquitecto: Federico García Barba

Colaboradores: Antonio Hernández Santos, Arquitecto Técnico
Martín Díaz Rodríguez, Ingeniero Industrial

Fotografías: Jorge Nerea

Bibliografía: Revista Arquitectura Viva, nº 51. Diciembre de 1996

Premios: Selección del Premio Oraá 92-93

Centro Cultural de Taganana 1987-1992



LA FUERZA DEL PAISAJE:


Los edificios públicos suelen expresarse en las ciudades remarcando claramente su carácter excepcional frente al continuo de la masa urbana de la residencia. Sin embargo, la inserción de nuevas piezas para las instituciones obliga a plantear la arquitectura desde criterios diferentes en lugares donde el paisaje ha tenido una importancia decisiva en la configuración de su idiosincrasia.

La disposición de la edificación, el abancalamiento agrícola y los sistemas de accesibilidad y riego han dado origen en el valle de Taganana a una estructura paisajística muy peculiar y que en su interacción con las condiciones naturales conforman un lugar de una indudable belleza. La aportación de muchas generaciones de constructores agrícolas a la forma de este territorio ha supuesto un aprovechamiento humano que interacciona adecuadamente con el medio físico.

Colocar un nuevo edificio dentro de este enclave tan frágil, y al mismo tiempo, tan bien estructurado, supone un desafío importante para no destruir esa impronta paisajística construida lentamente a lo largo de tantísimos años.



Por ello, los criterios con los que se abordó este proyecto se basaban en el reconocimiento de la enorme influencia que el paisaje ejerce en este caso concreto. Por su propia condición, la nueva obra pública debía tener además, un carácter emblemático, sin que su inserción llegara a producir modificaciones traumáticas en cuanto a volumen, materiales a emplear y respeto a la memoria colectiva acumulada.

El solar en el que se sitúa el edificio se halla en una de las laderas al Oeste del núcleo principal de Taganana y se caracteriza por una extremada pendiente, superior al 30 %. Para acceder al lugar existe un pequeño camino de un ancho inferior a cuatro metros que también sirve a otros edificios del caserío así como al colegio público, terminado también en fechas recientes.



La inserción del nuevo edificio se basa en la reutilización de las técnicas constructivas empleadas en los aterrazamientos tradicionales. Después de una meticulosa valoración del terreno, ello permitió ir adaptando el edificio a las complicadas condiciones geométricas y topográficas del solar. El abancalamiento mediante muros de mampostería de piedra basáltica evitaba tanto fuertes desmontes, como la aparición de grandes volúmenes que los usos demandados podrían suponer.

Así, un primer muro de contención, que define un diedro, sirve para delimitar el frente de la parcela, ampliando el camino existente y estableciendo una pequeña plaza de acceso. En los dos extremos de este muro conformado a la manera de zócalo del edificio, se colocan las escaleras que permiten la transición hacia el recinto del edificio.



A continuación, dos muros autoportantes de mampostería de gran espesor, que se construyen empleando la misma piedra basáltica, se apoyan sobre la plataforma ya creada conformando la fachada del cuerpo bajo del edificio. En este nivel se situaron los espacios que requerían un acceso más directo de sus usuarios: el salón de actos y la pequeña cafetería con sus dependencias auxiliares.

La disposición de estos muros respecto al primero que define la plaza de acceso, se establece formando dos pequeños ángulos que van adaptando el edificio a la topografía de la parcela. La utilización de estos giros sucesivos permiten llegar a colocar el edificio paralelo a las curvas de nivel, mejorando así notablemente la entrega con el terreno natural.

Un cuarto y quinto muro, también en mampostería de basalto, sirven para contener, por una parte, el sector más pendiente del solar y, por otra, apoyar como zócalo a la segunda planta del edificio que se define como un volumen autónomo. La disposición del conjunto murario ha acentuado la horizontalidad de la implantación, consiguiendo de esta manera, atenuar notablemente su presencia.

En la segunda y última planta se han situado las dependencias con un acceso mas restringido, destinadas a una pequeña biblioteca y los despachos de las dos asociaciones de vecinos existentes en el barrio. Este cuerpo se ha configurado siguiendo el modelo de vivienda rural tradicional, consistente en un volumen rectangular bajo cubierta a cuatro aguas; ello responde a los deseos expresos de los responsables municipales y tiene su justificación en la voluntad de recuperar una imagen arquetípica de la arquitectura popular.



El planteamiento del proyecto es deudor a la forma en que se configura su sección que deviene así, en el elemento básico del diseño. El ajuste de la sección a la forma de la parcela ha supuesto una garantía para la correcta inserción del edificio en un sitio tan escarpado como éste.

Todos estos elementos de carácter heterogéneo que intervienen en la definición de la obra, junto con la vegetación existente en el exterior, han permitido una integración mayor del edificio en el paisaje del lugar. La imagen final del edificio, que se puede apreciar desde la carretera general de acceso, rememoraría a una pequeña casa tradicional situada sobre dos bancales de cultivo inmersa dentro del conjunto del caserío de Taganana.
Como elemento que cualifica al edificio, puntualizando su carácter institucional, hay que señalar el empleo del color. Este se ha utilizado enfatizando los volúmenes y piezas de cerramiento que quedan exentos entre los distintos planos definidos por los muros de basalto. Así el escenario curvo del salón de actos se pinta en azul cobalto, mientras que el volumen cúbico de servicios y la columna central en la que se apoya la escalera se pintan de amarillo y rojo respectivamente.
El uso de piezas de color dentro de esta obra denuncian la innegable influencia de la arquitectura de Barragán y son el resultado de la fuerte impresión que me produjo la visita a la Casa Gilardi en Tacubaya, donde la sabia utilización del color y la incidencia de la luz sobre los diferentes espacios y planos interiores genera una atmósfera sumamente sugerente.











Tipo de trabajo: Edificio dotacional

Situación:
Taganana, Isla de Tenerife

Fechas: Proyecto: Julio de 1987
Terminación:Octubre de 1992

Promotor: Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife
Constructor: Herlecam, S.L.

Presupuesto: 26.171.139 ptas.
Sup. Construida: 352,85 m2

Arquitecto: Federico García Barba

Colaboradores: Antonio Hernández Santos, Arq. Técnico
Alejandro Cordero Díaz, Arq. Técnico

Fotografías: Jorge Nerea

Bibliografía: Revista BASA nº 16. Septiembre de 1994
Artículo "EL DIA" Jueves 27 de noviembre de 1992.

Premios: Selección Premio Oraá de Arquitectura
Canaria 1992-93